Puesta a escoger, a mi me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo. La improbabilidad duele menos y deja un resquicio a la esperanza.
Que David ganara a Goliat era improbable pero sucedió.
Un afroamericano habitando la casa blanca era improbable, pero sucedió.
Nadal desbancando del número uno a Federer, una periodista convertida en princesa, el doce uno contra Malta.
El
Os dejo esta cánción de Michelle Jenner :)
Me gusta mucho la letra..
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